jueves, 16 de diciembre de 2010

Medidas que podemos adoptar (2)

Vamos a empezar hablando de una medida básica y muy sencilla de llevar a la práctica. Se trata del consumo responsable.

Aunque parezca descabellado, es posible vivir bien sin necesidad de consumir tanto como lo hacemos. No es una utopía inocente o primitivista, sino un hecho palmario que no por obvio deja de ser necesario.

Para ello, lo único que debemos hacer es atender a nuestras necesidades y no dejarnos llevar por la vorágine publicitaria que nos rodea. He aquí unos cuantos consejos fáciles de seguir:

  • Haz tus compras en pequeño comercio. Olvida las grandes superficies, muchas de ellas responsables de políticas de empleo explotadoras y antisociales. Además de ayudar a la economía del pequeño empresario (que son los que verdaderamente crean empleo), harás un boicot a esas grandes empresas.
  • Compra productos de producción local y de temporada.
  • Rechaza las marcas que fomentan el mito de un cuerpo perfecto.
  • Rechaza las grandes marcas que producen en países en vías de desarrollo en condiciones de semi esclavitud.
  • No compres nada que no necesites.
  • Antes de comprar algo, reflexiona detenidamente si realmente se necesita comprarlo o si solo te estás guiando por la publicidad.
  • Si te decides a comprar algo, averigua muy bien de qué materia prima se fabrica, en que forma su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o injusticia social.
  • También considera qué impacto al medio ambiente tiene el uso de lo que piensas comprar.
  • Evita los productos de "usar y tirar", si no son estrictamente necesarios.
  • Rechaza las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios, si puedes lleva tus propias bolsas de tela, de papel o de cartón.
  • Preferir productos con envases retornables o reutilizables.

Como podéis ver en esta noticia, el consumo se exacerba hasta el punto de fabricar productos cuya vida útil es tan corta que nos vemos "obligados" a sustituirlos enseguida. Un motivo más para no "seguirles el juego" y entrar en una dinámica que no nos proporciona felicidad o satisfacción.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La conciencia social que debe venir

Dice Alberto Garzón Espinosa en un artículo de ATTAC:

"[...] la crisis ha puesto de nuevo a todos en su sitio. Se han revelado los intereses contrapuestos entre las clases sociales y, lo más importante, se ha recuperado la percepción de que el Estado es una herramienta que utilizan las clases sociales para llevar a cabo sus decisiones. Es el espacio de lucha, la arena de combate.
Hasta ahora los trabajadores pensaban que el Estado miraba por todos, porque aquellos sin conciencia de clase entendían a la sociedad como una unidad, pero ahora eso es imposible. La rabia crece y se dirige hacia los sectores que salen beneficiados de la crisis y, muy especialmente, a los capitalistas financieros (la banca). Es imposible ya negar que el Estado juega un papel decisivo para determinar quién gana las luchas entre clases sociales.
Sin embargo, existe el riesgo de que esta rabia no sea adecuadamente canalizada (de acuerdo a propósitos progresistas) y que se culpabilice a los diferentes gobiernos concretos de esa toma de decisiones. Eso es probablemente lo que está pasando actualmente, cuando los trabajadores parecen apoyar masivamente a la oposición de derechas en protesta por políticas de marcado carácter derechista y únicamente porque esa oposición dice ser -pero no demostrar- distinta."

Este es el verdadero meollo de la cuestión social en estos momentos: culpabilizar a unos "falsos" responsables (que, ojo, también lo son) cuando en verdad esa responsabilidad es mucho más amplia y debe ser combatida de forma más extensa.

Hay que entender que son unos poderes mayores los que deciden lo que ocurre. Y aunque sean poderosos, no son invencibles. La oposición social siempre puede dar resultado, pero eso pasa por entender lo que está ocurriendo: los conflictos, los recortes, la pérdida de derechos... todo ello es fruto de un sistema capitalista planteado de manera injusta. Las verdaderas posibilidades estriban en comprender este hecho y hacer lo posible por sustraerse (y sustraer a otros) de esa dinámica.

Tenemos que cambiar las cosas desde dentro. Como hemos dicho, existen muchas opciones para actuar, aun cuando parezcan "poca cosa": consumo responsable; comprar en pequeño comercio, no en grandes superficies; participación activa en la vida comunitaria; retirada del dinero de ciertos bancos e inversión en banca ética... Hablaremos de ello.

Más información en este artículo:
http://www.attac.es/quien-hara-la-revolucion-la-base-social-de-la-izquierda-y-las-clases-sociales/

martes, 14 de diciembre de 2010

Medidas que podemos adoptar (1)

Mucha gente se pregunta qué puede hacer ante el atropello de derechos que sufrimos. Cómo podemos plantar cara a un sistema que controla medios de comunicación, estados, políticos y que infecta con sus planteamientos todo el entramado social.

Hay muchísimas medidas que podemos tomar, muchas formas de actuar frente a esto. Pero la primera y más fundamental de ellas es ésta: concienciarse.

Parece una cita de autoayuda, pero es necesario que comprendamos que nuestros actos sí influyen en lo que ocurre a nuestro alrededor. Nuestras acciones se suman a las que otros muchos como nosotros llevan a cabo y, así, conseguimos una unión más fuerte. Aunque en estos tiempos de desinformación y de soledad frente a la pantalla nos parezca lo contrario, lo cierto es que tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cambiar las cosas. Existe, es real, pero somos nosotros mismos los que debemos ponerla en marcha.

Así pues, convénzanse de que sí pueden hacer cosas, de que sus actos sí influyen en los demás, de que sus decisiones sí provocan reacciones. Hay que participar en actos, realizar lo que esté en nuestra mano para cambiar las cosas, porque la inactividad y la pasividad es lo que el sistema neoliberal persigue, para evitar respuestas coordinadas y masivas.

Seguiremos ofreciendo medidas concretas que todos podemos llevar a cabo. Estén atentos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Algunos consejos sobre el consumo

Publicado en comentarios de Facebook:

Conviene recordar a la gente que lee esto que:
  • No consumamos más gasolina de la necesaria: sin pasar de 100 o 120 km/h en autovía... o mas gas del necesario: nadie muere con la calefacción a 18ºC. Te pones una bata, una manta... y ya está. O demasiada electricidad: apaga las luces que no necesites, no dejes electrodomésticos funcionando o en stand-by (nos lo recuerda el anuncio de la selección española).
  • No consumas más comida de la necesaria. Una dieta equilibrada con mucha fruta, verdura... y no comas más de lo necesario ni te dejes camelar por platos exquisitos que doblan su precio ahora en diciembre.
  • No compres cosas que vas a utilizar en contadas ocasiones. Son bienes de consumo creados por las multinacionales. Recicla antes de tirar a la basura, hay gente que valora tu basura. No condenes a tus hijos con la cultura del consumo y la reposición.
  • No gastes más agua de la necesaria. La mayoría de muertes en el mundo no se producen por hambre, sino por falta de agua potable. Cierra el grifo mientras te enjabonas, repara las fugas, te cepillas los dientes, etc.
  • Lo que te sobre, empléalo en algo útil, excepto gastarlo en lujos. Vete a un país tercermundista, pégate unas vacaciones repartiendo billetitos de propina, paseándote por zonas marginales y regalando bolígrafos, libretas, juguetes... son gente muy agradecida. O invierte en banca ética, o en ONG´s que inviertan en economía sostenible, agricultura o educación en estos países.
  • Disfrutad de esta navidad sin excesos. No convirtáis el consumo en vuestra alegría. No pezqueñines.

Hay otros caminos

Cuenta Vicenç Navarro en la web de Attac:

[...] la reducción del déficit público puede conseguirse bajando el gasto público o, como alternativa, subiendo los impuestos, y muy en particular los de aquellos que se han beneficiado enormemente de la bajada impositiva que el presidente Zapatero, y antes el ex presidente Aznar, realizaron durante los últimos 15 años. Esta reducción de impuestos ha sido, tal como ha señalado el Fondo Monetario Internacional, responsable del 40% del déficit estructural existente en España y en la mayoría de países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo) que siguieron semejantes políticas.

[...] Si, por otra parte, se recuperara el tramo que pagaban las grandes empresas en su impuesto de sociedades, pasando del 30% al 35%, el Estado recuperaría 5.300 millones de euros (afectando únicamente a un 0,12% del total de las empresas, que son las que tienen una base impositiva superior a 30 millones). Otra cantidad recuperable podría conseguirse aumentando el tributo de un 1% a un 5% en las sociedades de capital variable, las famosas Sicav.

Y la respetada asociación de técnicos tributarios del Ministerio de Hacienda, Gestha, ha indicado que, a través de medidas creíbles e inmediatas, se podría reducir en un 5% del PIB el tamaño de la economía sumergida. Ello significaría un aumento de 12.700 millones más para las arcas públicas, que deberían incrementarse a 6.155 millones más si eliminaran los paraísos fiscales que están siendo utilizados ampliamente por la banca y por las grandes empresas.

Por supuesto, ninguna de estas medidas han sido propuestas ni por el gobierno, ni por los empresarios, ni por la Unión Europea, ni por el FMI... De hecho, están siendo sistemáticamente ocultadas y silenciadas por los medios de comunicación, que transmiten así la sensación de que no queda otro remedio más que aceptar "lo que se nos viene encima".

Hay otros caminos. Siempre los hay, pero ahora son más necesarios de recorrer que nunca.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Quiénes son los ladrones?

Una opinión generalizada entre el grueso de la sociedad es la de que las medidas que se adoptan para salir de la crisis son "necesarias"; que "algo habrá que hacer" y que las rebajas salariales, los recortes sociales y, en general, el atropello de derechos fundamentales conseguidos con años y años de lucha "se hace porque no queda más remedio".

Es increíble que la ciudadanía asuma como verdad la mentira que se le ofrece, mientras que los propios interesados son conscientes de la realidad que tratan de ocultar.

Juan Torres habla en un post en su blog, "Robos y silencios clamorosos", de la diferencia entre el interés al que se le prestará el dinero a Irlanda (es decir, a los ciudadanos que ninguna culpa han tenido en el hundimiento de su economía) y al resto de países y entidades (o sea, a los verdaderos responsables de la debacle).
Y se pregunta, con toda la razón, que dónde estamos los ciudadanos y en qué pensamos para permitir una y otra vez atropellos como éste. Es imposible asumir las actuaciones del gobierno español como necesarias, ni siquiera como inevitables, porque existen otras alternativas, como muchos han señalado. Sin embargo, la sociedad asiste anestesiada a su propia reducción a una cuasi-esclavitud.

Insistimos: es necesario el compromiso y la movilización. Hablaremos de ello en posts futuros, pero de momento convénzanse de que es fundamental expresar nuestro desacuerdo: escriban cartas, manden emails, salgan a la calle, participen en actividades reivindicativas... Tienen opciones a su alcance si saben buscar.

No es el momento de permanecer quietos.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La movilización siempre es importante

Después del conflicto con los controladores, queda claro que la lucha por los derechos es más necesaria que nunca. Hay que aparcar diferencias, miedos y suspicacias para demostrar que la movilización social puede cambiar el orden establecido.

No es utópico pensar que si la mayor parte de la sociedad está descontenta con el proceder de sus representantes, una continua y visible demostración de ese descontento termine por cambiar las cosas. No hay excusas para no actuar si estamos en desacuerdo con el estado de cosas actual: no vale el "yo solo no puedo cambiar nada", o el "sí, está muy bien, pero todo va a seguir igual", o el "no tenemos poder suficiente para ejercer presión". Tenemos el poder. Si los controladores paralizaron el espacio aéreo, una acción continuada y conjunto de la mayoría de la población paralizaría el país. Recuerden Francia y sus refinerías. Recuerden Italia y sus estaciones de tren. Se puede hacer. Podemos hacerlo.

El próximo 15 de diciembre la Federación Europea de Sindicatos convoca una gran jornada de movilizaciones en toda Europa. Tres días después, el 18 de diciembre, diferentes asociaciones españolas convocan una jornada de manifestaciones a nivel nacional. Es un punto de partida para aquellos que no hay hecho nada antes. Es un buen momento para actuar, para salir a la calle a expresar nuestro descontento.

Participar en estos actos es importante. La oleada neoliberal que asola Europa (y el resto del mundo) es eficaz y sí está movilizada. La inacción de la gente es su principal activo: nos convencen de que no hay nada que podamos hacer y hemos llegado a un punto en que sus acciones tienen éxito sólo porque nadie les planta cara. Las privatizaciones de AENA y Loterías del Estado son la última gota, pero si no oponemos resistencia vendrán más, y puede que muy dolorosas.

Aunque parezca utópico, aunque suene inocente, hay que actuar. Salir a la calle estos próximos días es sencillo y contribuirá a generar un estado de conciencia muy necesario para el grueso de la sociedad. Es fundamental que entendamos que podemos cambiar las cosas.

Háganlo.